Una denuncia presentada por el Departamento de Justicia (DOJ) de Estados Unidos señala que Google ha utilizado su poder gigante como el motor de búsqueda más grande del mundo en detrimento de los consumidores, rivales y otros.
La acción es la culminación de una investigación de años sobre Big Tech y podría convertirse en el caso antimonopolio más grande desde que el gobierno de los Estados Unidos se enfrentó a Microsoft a principios de siglo. Esta última demanda influyó tanto en la estructura como en el curso de la innovación digital, y si el patrón se mantiene nuevamente, el caso más reciente contra Google podría tener un impacto tan radical.
En la demanda presentada en el tribunal federal de DC, el DOJ y 11 estados se centran en cómo Google supuestamente abusó del poder de mercado para proteger su 90% de participación en búsquedas en Internet y 95% en búsquedas móviles. El gobierno afirma que Google está violando la Sección 2 de la Ley Sherman a través de su supuesto mantenimiento de monopolio.
“Hace dos décadas, Google se convirtió en el niño mimado de Silicon Valley como una startup con una forma innovadora de buscar en Internet emergente”, afirma la denuncia. “Google hoy es un guardián monopolista de Internet y una de las empresas más ricas del planeta, con un valor de mercado de USD 1 billón y unos ingresos anuales que superan los USD 160.000 millones. Durante muchos años, Google ha utilizado tácticas anticompetitivas para mantener y extender sus monopolios en los mercados de servicios de búsqueda generales, publicidad de búsqueda y publicidad de texto de búsqueda general, las piedras angulares de su imperio”.
Según el gobierno norteamericano, Google ha estado empleando el viejo libro de jugadas de Microsoft y protegiendo su monopolio de búsqueda a través de “acuerdos de exclusión, incluidos acuerdos de vinculación” y también se ha involucrado en una conducta anticompetitiva para bloquear los canales de distribución y bloquear a los rivales. El gobierno señala los acuerdos de Google con los fabricantes de teléfonos móviles que supuestamente aseguran el estado predeterminado del motor de búsqueda y también requieren que los distribuidores tomen un paquete de aplicaciones de Google, las destaquen de manera prominente y no se involucren con los rivales de Google.
“Google ha excluido así la competencia para la búsqueda en Internet”, continúa la denuncia. “A los competidores generales de los motores de búsqueda se les niega la distribución, la escala y el reconocimiento de productos vitales, lo que garantiza que no tengan una oportunidad real de desafiar a Google. Google es tan dominante que 'Google' no solo es un sustantivo para identificar a la empresa y al motor de búsqueda de Google, sino también un verbo que significa buscar en Internet”.
Los documentos judiciales también se basan en documentos internos de Google. Por ejemplo, en una sección notable, el gobierno aborda cómo Google le paga a Apple miles de millones de dólares al año para ser el motor de búsqueda exclusivo de facto en el navegador web Safari en los dispositivos Apple.
“De hecho, los documentos de Google reconocen que 'Safari predeterminado es un canal de ingresos significativo' y que perder el trato dañaría fundamentalmente los resultados de Google”, afirma la queja. “Por lo tanto, Google ve la posibilidad de perder el estado predeterminado en los dispositivos Apple como un escenario de 'Código rojo'. En resumen, Google paga a Apple miles de millones para ser el proveedor de búsqueda predeterminado, en parte, porque Google sabe que el acuerdo aumenta la valiosa escala de la empresa; esto al mismo tiempo niega esa escala a los rivales”.
En otra parte, el gobierno afirma que los llamados "acuerdos anti-forking" de Google están impidiendo que se desarrollen sistemas operativos alternativos en dispositivos Android. “Los distribuidores saben que cualquier violación de un acuerdo anti-forking podría significar la excomunión del ecosistema Android de Google, la pérdida de acceso al GPS y Google Play imprescindibles de Google, y millones o incluso miles de millones de dólares en pérdida de ingresos compartidos”, alega el gobierno.
El Departamento de Justicia busca una reparación estructural, lo que podría significar desinversiones, además de medidas cautelares contra Google que sigue participando en supuestas prácticas anticompetitivas.
Las división de Alphabet puede intentar defenderse apuntando a los rivales de búsqueda (como Bing y DuckDuckGo de Microsoft), el costo cero para los consumidores que desean cambiar, las ofertas competitivas para acceder a varias plataformas de distribución, los beneficios de la innovación y la preferencia del consumidor.
Pronto podrían seguir más acciones legales contra Google, ya que se dice que más fiscales generales estatales están considerando su propia demanda. Ese podría ser un ataque más amplio que también desafíe la conducta de Google con respecto a sus servicios publicitarios.
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