Héctor Ricardo García, un hombre ligado al periodismo vernáculo argentino, tanto en gráfica en la creación del diario Crónica como en televisión con la primara señal informativa en el país que popularizó las “placas rojas”, falleció el pasado sábado 29 de julio, a los 86 años de edad.
Si bien ya había incursionado y creado las revistas “Sucedió”, “Así es Boca”, “Así” y había encabezado como editor de los semanarios “Ahora” y “Flash” y del diario “Democracia”, García impuso un estilo único de hacer periodismo, que hizo del “sensacionalismo” y el leguaje coloquial su bandera, con la fundación del diario “Crónica” el 29 de julio de 1963, en su momento único con tres ediciones diarias, una matutina y dos vespertinas. Este diario popular atrajo se transformó en un suceso al atraer una gran cantidad de lectores, pasando de 5 mil ejemplares vendidos en las primeras semanas de vida a 500 mil a comienzos de la década del setenta con sus tres ediciones.
Con un gran crecimiento en gráfica, García proyectó ampliar su cartera periodística hacia la radio con la adquisición de una emisora uruguaya, Radio Colonia que tiene llegada a la Argentina, y la televisión, siendo en principio gestor Teleonce (hoy Telefe), también en los primeros años de la década del ‘70. Ante la imposibilidad de acceder a una frecuencia en la Ciudad de Buenos Aires, el empresario reprograma Teledos (hoy América TV) en 1987, ubicado por aquel entonces en La Plata, y lo acercó a la capital para aumentar su audiencia. Esta nueva experiencia en TV abierta fue tan efímera como la primera.
En pleno auge de la TV paga en Argentina, García lanzó el 3 de enero de 1994 la primera señal informativa 24 horas del país, Crónica TV, con 14 hora de programación en vivo y directo. El canal de noticias volvió a recrear su estilo con un formato audiovisual que se caracterizó por sus primicias y la introducción de sus “placas rojas” como marca insignia.
Ante dificultades económicas que comenzaron a fines de la década del ’90, García tuvo que desprenderse primero el diario y después el canal, ambos adquiridos por el Grupo Olmos, que paulatinamente fueron dejando atrás el sello del fundador.
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