Telefónica, América Móvil y Telecom Italia (TIM), adquieren en forma conjunta el negocio móvil del Grupo Oi en Brasil, operadora que puso en venta varios de sus activos como parte de su proceso de recuperación judicial.
El consorcio integrado por los tres mayores operadores de telefonía móvil del país pagará BRL 16.563 millones (unos USD 3.247 millones) por los activos móviles y las licencias de Oi, esto en una subasta organizada por el Administrador Judicial de la compañía telefónica que se acogió a la ley de quiebras en 2016.
Las tres telecos llegaron a la subasta sin rival después de que Highline Brasil, grupo controlado por el fondo Digital Colony, decidiera a principios de noviembre retirarse de las negociaciones. Además, el consorcio también tenía a su favor la posición de stalking horse en la licitación, aprobada la Justicia brasileña de concursos de acreedores, lo que les permitía tener un derecho de tanteo para elevar su oferta ante la aparición de otras.
En cualquier caso, el proceso de compra todavía se extenderá durante varios meses, puesto que deberá recibir el visto bueno de las distintas autoridades de la competencia. Con el cierre de la operación se inicia la salida de la grave crisis originada por la entrada en concurso de acreedores de Oi en 2016, con un pasivo entonces de BRL 66.000 millones, el mayor de la historia de Brasil. Durante este periodo, acreedores y accionistas han entablado distintas disputas por Oi, la cuarta teleco del país, con más de 30 millones de clientes.
Para cerrar la negociación, Telefónica, líder del mercado móvil brasileño una cuota del 33%, se ha aliado así con sus dos principales rivales: la italiana TIM (con una cuota del 23,2%) y Claro, filial de América Móvil (24,4% de cuota), el grupo de Carlos Slim. El precio mínimo para pujar por los activos móviles de Oi (concentraba el 14,8% de participación del mercado móvil en el país) se fijó en junio en BRL 15.000 millones.
Con el cierre de la negociación, las tres empresas adquisitorias ampliarán posiciones en Brasil, junto con la desaparición de un rival directo en este negocio. El mercado brasileño reduciría de cuatro a tres el número de operadores móviles de red, una situación que se ha dado en grandes países como EE UU y Alemania. Sin embargo, estas tres empresas deberán cumplir con las limitaciones de cuota de mercado y espectro que pudieran plantear las autoridades de la competencia.
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