Operadores 29.06.2020 > Plataformas.news

“No puede seguir una administración deficiente y pobre en inversiones de redes”

Roberto Argueta, presidente de la distribuidora Ampro, nos brinda un pantallazo sobre los efectos negativos que tuvo el COVID-19 en la industria de la TV paga de Centroamérica, donde se profundizó la morosidad en el pago de servicios, con incluso un valor bajo.

Con una amplia experiencia de 28 años en la industria de la TV paga, el presidente y fundador de la empresa distribuidora de señales Ampro (Americana de Producciones), Roberto Argueta, muestra una profunda preocupación por la afección del sector causado por el COVID-19 en todas partes del mundo, pero en especial en el mercado de Centroamérica al ser “economías muy susceptibles y frágiles, porque sus pilares fundamentales son las remesas, la actividad agrícola y el turismo”, comentó a Newsline Report.

Estos tres ejes están bastante golpeados, incluso se han caído las remesas que llegan de Estados Unidos 36%; los trabajadores no se pueden movilizar a las plantaciones de azúcar, el café y la palma de lo que viven básicamente en Honduras, Guatemala y El Salvador, mientras la industria turística está totalmente paralizada con las fronteras cerradas.

“Mientras tanto, la industria de las telecomunicaciones ha sufrido, como la electricidad y el agua, al transformarse en esencial, sin que se pueda cortar el servicio por falta de pago. Así es ha crecido la morosidad de estos servicios ha crecido en estos países. Además, las empresas en estos territorios tienen en su mayoría arquitecturas muy arcaicas, con una gran cantidad de clientes sin contratos, incluso la gestión de cobro en muchos lugares se hace de puerta en puerta, sin estar bancarizados los sistemas de cable y con el aliciente que ahora está vedado o restringido el movimiento de personas”, explicó Argueta.

Al final del camino solo se ven números positivos en el consumo de audiencia, al estar las personas confinadas en sus hogares. Pero esto necesariamente no genera una mejor gestión de cobro. “Más del 70% de la población centroamericana convive en una economía informal con actividades paradas, que quizás consuman más televisión pero no tienen con qué pagarlas”, aclaró.

“Esto ha sido atípico ya que en la región centroamericana donde podemos contar con alrededor de unas 850 empresas de TV por cable, incluidas las grandes telcos, que funcionan con las limitaciones antes compartidas sobre la restricción de cobro”, expresó el presidente de Ampro, quien ante el escenario actual, busca estrategias hacia el futuro en la industria de la TV por cable en Centroamérica, un sector que deberá reinventarse y regenerarse en los próximos años.

En la región centroamericana, Ampro tiene a cargo la distribución de los grupo AMC, Discovery, Televisa, WarnerMedia y ViacomCBS con un portfolio de 52 anales que se han convertido en la columna vertebral de la mayoría de las cableras en estos territorios, por ser los canales con mayor aceptación y gustos por el acercamiento a los mercados norteamericanos y mexicanos. “Tenemos un producto probado y que trabajamos hace 28 años, que muestra nuestra solidez en las plazas de Centroamérica, que no es un mercado tan grande que preocupe, ni tan pequeño que no importe”, agregó.

Durante el confinamiento, Argueta señaló que han crecido las audiencias en todos los géneros, salvo el deportivo ante la cancelación de las diferentes competencias y sus transmisiones en vivo. “En nuestros países parte del confinamiento nos obliga a que el fin de semana estemos en nuestros hogares, por lo que solo queda ver TV”, dijo.

 

Impacto de la piratería en la región

“Este flagelo ha sido nuestra lucha cotidiana y de hecho nuestra principal función ha sido encausar a las empresa de cable al buen uso de las señales y proteger los derechos de autor. Nos ha costado mucho porque tenemos una cercanía territorial y empatía hacia el mercado norteamericano y mexicano”, contó Argueta a Newsline Report, y añadió que los enlaces satelitales que bañan a la región los perjudican porque compran antenas de Directv con un uso domiciliario en Estados Unidos y los llevan a los países de la región para ver televisión.

“Hemos luchado contra estos y creado asociaciones en Guatemala y gestando una nueva en Honduras, que son un brazo del grupo Alianza contra la Piratería. Hemos logrado retener señales importantes que se colocaban en Centroamérica. Pero aún hay piratería fuerte y en estos momentos coincidentemente ha crecido”, indicó.

El apoyo de las autoridades de los diferentes países de la región es complicado, afirmó el presidente de Ampro, por el desconocimiento sobre la problemática de estos servicios que le hizo educar a fiscales y jueces. Y además muchas  de estas empresas pymes se convierten en un medio de comunicación política y poco quieren hacer con la vulneración de derechos de autor.

 

Las dificultades actuales del OTT en Centroamérica y el futuro de la TV paga tradicional

Toda la región centroamericana de Internet residencial no alcanza al 28% en promedio y generalmente está distribuido en las grandes metrópolis. Al día de hoy entre un 6 y 7% de jugadores están operando con estos OTT, por lo que “hoy no es con una herramienta con la que estemos lidiando sino estamos empezando a convivir con ellas”, apuntóArgueta.

Sin embargo, para el experimentado ejecutivo del sector debe haber una gestión de cambio donde muchas de las microempresas se van a ver interesadas y obligadas a invertir en servicios residenciales de Internet y VOD, como convivir con los OTT.

En cuanto al negocio, a futuro ve una concentración de los operadores de cable, como ocurrió entre los programadores en los últimos años al quedar casi todo aglomerado entre seis o siete grandes grupos.

Por otra parte, en Centroamérica una operadora de cable transmite 110 canales y cobra USD 9. “Esto no puede seguir así porque no es negocio para nadie y provoca una administración deficiente y pobres inversiones en las redes, con servicios mediocres que se ofrecen a los usuarios. La reactivación en la región tendrá como bases un principios de integración, inversión y reordenamiento, para que toda la industria pueda crecer”, explicó.

“Hoy en día los grandes jugadores son los que están teniendo en control en la región gracias a convivir con todas las nuevas generaciones de productos y plataformas. Sin embargo hay 500 empresas que siguen sobreviviendo que al final del camino tienen que aprender a competir con las mismas características que los grandes jugadores”, concluyó Argueta.

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