La Superintendencia General del Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade) de Brasil emitió un dictamen, señalando que la adquisición de Oi Móvil por parte de los operadores TIM, Claro y Vivo es una operación compleja. Por ello, exigió que se realicen las investigaciones, según el informe del área técnica de la Superintendencia.
Cuando presentaron la solicitud del acto de concentración en Cade, a principios de año, las empresas pronosticaron que el análisis del organismo probablemente tomaría todo su período regulatorio debido al tamaño del negocio.
Con la declaración de complejidad, el regulador de la competencia brasileño confirma el pronóstico, renueva el período de análisis y tiene un total de 240 días para decir si Claro, TIM y Vivo pueden comprar los activos del segmento móvil de Oi, contados desde el protocolo inicial del acto de concentración; aunque también puede solicitar una extensión de 90 días más. Cade recabará más información sobre el mercado y evaluar el riesgo de concentración en el segmento de telefonía móvil, como evaluar si el índice de concentración aumenta demasiado en 54 de los 67 códigos de área (DDD) del país.
“Para los mercados geográficos delimitados por estos 54 Códigos de Numeración, son necesarias investigaciones adicionales con el fin de evaluar la probabilidad del ejercicio del poder de mercado por parte de los Compradores después de la Transacción”, dice en la nota técnica.
La Superintendencia General evalúa que será muy difícil que un nuevo competidor ingrese al mercado móvil. Y también analiza superficialmente la situación de los operadores virtuales (MVNO), una de las principales preocupaciones de Telcomp y Associação Neo.
“El análisis de la probabilidad de ejercer poder de mercado implicará investigar, principalmente, el grado de rivalidad que se mantendrá entre los tres Compradores luego de la Transacción, en particular los incentivos que tendrán los Compradores para competir entre sí por nuevos consumidores”.
También señala la necesidad de evaluar el interés de los operadores en emprender acciones coordinadas. También dice que verificará la concentración del mercado de infraestructura móvil y los efectos en los acuerdos de compartición (ran sharing), como los practicados entre Claro y Telefónica y Telefónica y TIM en 2020 y 2018, respectivamente.
Finalmente, el organismo también quiere evaluar los efectos de la venta de Oi Móvil al trío rival sobre los proveedores de infraestructura pasiva. Y si también habrá una concentración en el mercado de torres, ductos, postes, backbone y backhaul.
“La expectativa de aprobación es para este segundo semestre. Una aprobación en todas las esferas, tanto en la parte reglamentaria como en la competitiva”, manifestó Christian Gebara, presidente de Telefónica Brasil, en una teleconferencia con periodistas para comentar los resultados del segundo trimestre.
Por su parte, Pietro Labriola, presidente de TIM, sostuvo que la definición de la complejidad de la venta de Oi Móvil es solo un hallazgo predecible y sigue confiando en la expectativa de aprobación de la transacción para el último trimestre de este año, o en los primeros tres meses de 2022.
A finales de enero, las filiales en Brasil de Telefónica (Vivo), América Móvil (Claro) y Telecom Italia (TIM) formalizaron el contrato de compraventa de la red móvil de Oi, por un valor de BRL 16.500 millones (unos USD 3200 millones al cambio actual).
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