Casi 5.5 millones de clientes estadounidenses han realizado abandonando las suscripciones tradicionales de televisión por cable y satélite en 2019, para favorecer opciones streaming más económicas a un ritmo más rápido, según la última encuesta MoffettNathanson. Un salto brusco de los 3.2 millones de suscriptores que también se dieron de baja durante 2018.
Los números reflejan el costo cada vez más alto de la programación, así como las tarifas de instalación y equipo que vienen de los paquetes tradicionales de cable y satélite. “Las compañías aceptan aumentos de precios de programación, que luego pasan a los consumidores, acelerando la espiral descendente de la televisión de pago”, dijo Craig Moffett, analista de MoffettNathanson, al Wall Street Journal .
En 2019, los grandes proveedores de cable Comcast, Chartery Altice, perdieron un total de aproximadamente 1 millón de suscriptores, según documentos públicos. Los proveedores de satélite como AT&T, que ofrece DirecTV, sufrieron pérdidas aún mayores.
A fines del pasado año, unos 3.4 millones de estadounidenses cancelaron sus cuentas de televisión por cable satelital y de fibra óptica con AT&T; mientras, Dish Network perdió más de 500 mil suscriptores durante ese mismo período de tiempo.
Los expertos dicen que el aumento en el costo de la programación, particularmente los deportes, ha llevado a incrementar las facturas del servicio de TV paga. Sin embargo, los deportes y las noticias han mantenido a los clientes fieles al modelo tradicional, donde pagan cientos de dólares al mes por miles de canales que no ven.
Además de los SVOD, los proveedores de TV paga -aumentan en el número de clientes de banda ancha- también deben lidiar con la competencia de servicios streaming que tienen disponible canales de deportes y noticias como YouTube, Hulu, Sling TV y AT&T TV Now, por solo una fracción del costo, aunque estos también han tenido que aumentar sus tarifas.
La semana pasada, un estudio realizado por Nielsen descubrió que los servicios de transmisión como Netflix o Hulu representan un 19% de la televisión que se ve en los Estados Unidos, prácticamente el doble de lo que era hace menos de dos años.
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